Si tienes las ilusiones tan rotas, tan destrozadas.. que parecen pedacitos de rompecabezas...
...no dejes que sigan haciendose cada vez más añicos, reconstruye el puzzle.... y que se hagan realidad tus sueños.
domingo, 29 de diciembre de 2013
jueves, 5 de diciembre de 2013
¡¡ Reencuentro y novedades !!
Antes de nada me gustaría pedir perdón a mis
seguidores y en general a los que me leéis, por haber estado más de medio año
sin publicar nada...
La verdad es que no he pasado muy buena racha
últimamente, ya fuera por estar atareada con cosas de la universidad, o por
causas personales, familiares... el caso es que no he tenido mucho tiempo para
escribir en el blog, y por qué no decirlo, tampoco me venía la inspiración para
crear una nueva entrada.
Pero eso no volverá a pasar (al menos eso
espero). A partir de ahora, intentaré escribir al menos una entrada al mes, y
si puedo más, mejor. También he pensado en renovar un poco la página, quizás
cambiando la foto fondo, o añadiendo alguna otra canción de fondo... no lo sé, eso lo
iré pensando poco a poco, pero SE ADMITEN
SUGERENCIAS, solo tenéis que poner un comentario en esta entrada,
con cosas que os gustaría ver en el blog. =)
Por otra parte, deciros que me podéis seguir en
twitter, @AriGuilty (mi twitter personal), @ForyouDulceM (este solo os lo recomiendo a los
que seáis fans de Dulce María, ya que en el 95% es dedicado a ella), y por
último y más importante al enlazar con este blog, @Sinconfidentes
AQUÍ TENDREIS LA INFORMACIÓN DEL BLOG, siempre que saque una nueva entrada,
avisaré por ahí. También suelo poner frases con las que si te identificas, te
animo a que me hagas follow y des RT ;) Además podéis usar el tagg #SinconfidentesTrásdemí para hablar sobre el
blog, o comentarme algo que queráis.
Por último, decir que estoy pensando en hacer un
pequeño concurso (con premios incluidos) cuando llegue a los 100 seguidores
aquí, sí, sí, sí... sé que esa cifra aún está lejos, pero nada es imposible si
se intenta. Aún no tengo claro de que será el concurso, pero siendo un blog y
teniendo en cuenta que me encanta escribir y leer relatos, seguramente consista
en escribir alguno, pero eso ya lo dejo para cuando ese número 100 esté más
cerca.
Y nada más por hoy, mis CONFIDENTES, espero que paséis una linda semana, y un magnífico puente de la constitución y la inmaculada, para los que sois de España.
Muchos besos y abrazos:
SweetDreams
miércoles, 3 de abril de 2013
A la sombra del almendro ~ Tercera parte
Al
día siguiente, ya con todo preparado, madre, padre e hija se dispusieron a ir
de picnic al bosque de almendros cercano al pueblo. Al llegar allí, aquello
estaba lleno de gente, no solo los habitantes de Fregeneda, sino bastantes
turistas también. Cuando por fin encontraron un sitio donde sentarse,
comenzaron a sacar las empanadillas y demás cosas típicas de un día de campo y
se dispusieron a comer deleitándose con las magníficas vistas de los almendros
en flor que les rodeaban. Al terminar Abbey pidió permiso a sus padres para
ausentarse y fue a caminar por el bosque, dejándose cautivar por el aroma que
desprendían los árboles.
¿Abbey?
¿Eres tú? –Se escuchó de repente una voz, a lo que ella se giró y vio que un
joven de unos veintidós años, alto y con unos hermosos ojos verdes, la estaba
saludando con la mano mientras se acercaba. – Por la cara que pones, veo que no
me reconoces. – Dijo el muchacho ya al lado de ella, sin dejar de mirarla y
dándola dos besos en la mejilla, prosiguió diciendo. – Soy Erik, tu vecino y
mejor amigo de la infancia… - Esas palabras parecieron ser mágicas ya que
despertaron en Abigail un montón de recuerdos de ese pueblo, entre ellos de las
largas tardes de juegos con Erik y se dio cuenta de porque sus padres la habían
llevado hasta Fregeneda, no era una simple turista, ella habia vivido ahí
durante años.
Horas
después Abbey y Erik se hallaban sentados a la sombra de un almendro,
contándose las aventuras de todos los años que llevaban sin verse. Ella no
podía parar de sonreír con el reencuentro, resultó ser el mejor viaje de
cumpleaños que nunca la habían regalado sus padres. Y desde ese día, se
convirtió para ella en un ritual regresar cada año a la sombra de aquel
almendro, al reencuentro de Erik, de sus múltiples recuerdos de la niñez y del
relato de los sucesos nuevos que les habían sucedido a ambos en el año
separados. Esto demostró a Abigail, que no siempre las cosas más caras o los
destinos más urbanos eran los mejores y que debía siempre dar una oportunidad a
las cosas antes de juzgarlas.
viernes, 29 de marzo de 2013
A la sombra del almendro ~ Segunda parte.
A
la media hora estos llegaron y
encontraron el sobre en el suelo. La madre lo cogió y se dirigió a la
habitación de Abbey, tocando en la puerta al llegar a ella. – Hija, ¿qué hacia
el sobre en suelo? – Preguntó mientras abría la puerta y la mostraba el sobre a
su hija. – Me parece increíble que quieras llevarme a ese lugar, no es justo,
ahí no hay nada que ver, ¿qué quieres que haga yo allí más que morirme de asco
mamá? Eso no es un regalo de cumpleaños, ¡es un castigo! ¡Y no pienso ir!
–Replicó la joven, mientras la madre negaba con la cabeza. – Estás muy
equivocada hija y cuando lleguemos a Fregeneda, porque sí que irás, lo
comprobarás. –Dicho esto, la madre salió del cuarto de Abbey y empezó a preparar
las maletas para el viaje.
Ya
era dos de marzo y toda la familia conducía hacia ese pequeño pueblo de
Salamanca, aún con Abbey bastante enojada. Aunque al ir observando el bonito
paisaje que veía por la ventana del coche al acercarse al pueblo, empezó a pensar
que quizás no estaría tan mal aquel viaje. – Abigail, ya hemos llegado. –Dijo
el padre de esta mientras aparcaba el coche en frente de un acogedor hostal y
empezaba a sacar las maletas del vehículo. – Cuando estuvieron ya instalados en
sus respectivas habitaciones, la joven quiso salir a visitar el pueblo. Tardó
poco en verlo entero y una casita casi a las afueras la llamó bastante la
atención, no por lo grande, ni bonita, ni lujosa, ya que no lo era; sino porque
se le hacía conocida esa vivienda. Durante el paseo de vuelta al hostal, se
fijó en que la gente estaba algo alborotada, como si algo fuese a suceder. –
Perdone, ¿qué sucede para que todo el mundo se encuentre tan atareado hoy? –
Preguntó Abbey a una señora que pasaba por ahí, a lo que la señora contestó
brevemente, aunque con una sonrisa y siguió su camino después. – Mañana es la
fiesta de la flor del Almendro y todo tiene que estar listo.
¡Mamá!
¡Mamá! – Gritaba la joven entrando en la habitación de sus padres y cuando la
vio, no dudó en contarla todo lo que había conocido del pueblo, incluida la
extraña casita que se le hacía familiar. La madre sonreía, parecía que su hija
ya no consideraba tan mal regalo haber hecho ese viaje. – Y mañana hay una
fiesta, del almendro la llaman. ¿Iremos? –Dijo Abbey emocionada, ya que nunca
antes había visto almendros en flor, a lo que su madre respondió. – Por
supuesto cielo, para eso estamos aquí.
martes, 19 de marzo de 2013
A la sombra del almendro ~ Primera parte
¡Ya
es el día! – Pensaba una y otra vez Abbey mientras miraba la hora en su móvil,
ansiosa porque llegara la hora de salir de la universidad. –No puedo aguantar
más… me mata la curiosidad… -Susurró a la par que empezaba a recoger sus
libros, cuando un leve golpe sobre su mesa la devolvió a la clase.
Viendo
que hay gente que está impaciente por irse… - El profesor dejó de hablar por
unos segundos y miró a Abbey, a lo que ella respondió sonrojándose al notar
como sus compañeros la miraban. El profesor carraspeo un par de veces y
dirigiéndose a su mesa continuó diciendo- …pueden irse ya, la clase ha
finalizado.
Al
escucharlo Abbey terminó de recoger lo poco que le quedaba fuera de la cartera
y salió como un rayo por la puerta apresurándose por llegar a casa, ya que ese
veintiséis de febrero sabría por fin donde iría ese año de viaje por su cumpleaños.
Abigail, nombre completo de la joven, estaba a punto de cumplir sus veinte
años. Provenía de una familia adinerada de Madrid y al ser hija única siempre
había tenido todo cuanto deseaba, las mejores marcas de ropa, joyas caras, los
móviles de última generación, perfumes inéditos… y un espectacular viaje por su
cumpleaños cada año. El año pasado fuimos a Roma, hace dos a Londres, con
diecisiete a Cancún… - Iba pensando la muchacha de camino a casa, con una gran
sonrisa en la cara - …seguro que este año toca Nueva York.
¡Mamá!
¡Papá! ¿Hay alguien en casa? –Dijo Abbey al entrar por la puerta dejando su
mochila en el recibidor, dirigiéndose al salón donde alcanzó a ver un sobre
encima de la mesa – Aquí está.. –se la notaba algo nerviosa al coger el sobre y
abrirlo. – Nueva York por favor, Nueva York.. –pensaba una y otra vez, pero al
terminar de abrir el sobre la gran sonrisa que tenía en su cara se desvaneció
por completo y tirando el sobre, junto con su contenido dentro, se fue a su
cuarto con un sentimiento entre enfado y decepción con sus padres.
miércoles, 13 de marzo de 2013
A quien corresponda 2 :
24 son los años que hace hoy desde que naciste, 4 desde que
nos conocemos y casi un año desde que nos distanciamos o incluso desde que no
nos vemos...
Ojala pudiera felicitarte en persona, darte un buen tirón de
orejas y un gran abrazo, por el contrario me tengo que conformar con esta
pequeña carta expresando lo que siento.
Me gustaría que supieras que con todos estos meses que han
pasado aún te echo de menos, nuestras largas conversaciones, el salir juntas…
que aunque no saliera nadie más, nosotras siempre sabíamos cómo hacer para no
aburrirnos…. ¿te acuerdas que risas con aquella botella de Coca-Cola que salió
por los aires como si de un petardo se tratase? ¿De nuestros bailes en el buda …?
¿ de cuándo intentamos hacer un videovlog en plena noche… sin que se viera
nada? ¿ o de cuándo nos quedamos tiradas con el coche?
Me da pena que desde mayo ya no tenga más recuerdos contigo…
y bueno aunque he de confesar que hay cosas que no me han agradado demasiado
estos meses, como ya te dije una vez… si alguien te importa de verdad, hay que
tragarse el orgullo y perdonar.. y espero que según va pasando el tiempo todo
vuelva a su cauce… y que al igual que yo he perdonado, si sentiste que te hice
algo… puedas perdonarme tú también…
porque… no quiero volver al pasado, pero sí quisiera que
cosas o en este caso personas.. de mi pasado vuelvan a estar en mi presente..
Por mi parte no mucho más que decir, que espero que estés
disfrutando de tu día, que si te ha tocado trabajar te haya sido leve… que te hayan regalado muchas
cositas…. y que al año que viene te pueda felicitar en persona…
Muchos besos... de alguien que espera que la despedida de esta carta no sea un adios, sino un...
¡¡HASTA PRONTO!!
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