sábado, 18 de febrero de 2012

Regalo de Navidad - Capitulo 5


Doña Alisson Johnson Dawn es usted ganadora del primer premio de relatos cortos del concurso “Nuevos Talentos” en el que presentó su relato “Simplemente Yo”. Y como premio la ofrecemos un contrato de un año trabajando en la revista “Cosas de la vida”…

Alisson no podía parar de leerlo una y otra vez, sentada en la escalera de su portal. No entendía nada, ella no había mandado ningún relato a ningún concurso… pero desde luego ese relato si era suyo. ¿Quién lo habría visto? Ella nunca lo enseñaba… esos relatos eran solo de ella, de nadie más... –Si es broma no tiene gracia- volvió a decir en voz alta.
De repente un joven moreno, de ojos verdes, alto… entró en el portal y se sentó a su lado.

-No hay bromas Alisson, ni trampas ni cartón… -dijo mirándola y ella se quedó helada, sin saber que decir. –Soy yo quien envió el relato.
-¿Tú? Pero… ¿Quién eres tú? ¿De qué me conoces? –aunque le resultaba familiar, no sabía quién era el… -Y lo más importante, ¿Cómo tenias tu mi relato?
-A ver… -El chico cogió aire y empezó a responder- Yo me llamo Aaron, encantado. –Le tendió la mano a Alisson y cuando esta le correspondió siguió con sus respuestas- Tengo 23 años y soy un chico de tu facultad, no nos conocemos, bueno yo a ti de vista si, y tu relato lo encontré un día en la biblioteca… supongo que te lo habrías olvidado ahí después de escribirlo.
-Y ¿Por qué no me lo devolviste?
-Aquí lo tienes…-Aaron le dio a Alisson otro sobre con su relato- Y no te lo devolví antes… porque sabía que te gustaba escribir, y después de leer ese relato sabia que con el podrías ganar sin problemas ese año tan merecido en la revista. –Le dedicó una amplia sonrisa y Alisson inconscientemente se la devolvió, no sabía cómo ni porque, pero Aaron la inspiraba confianza. –Solo quería darte la sorpresa de ganar el premio como Regalo de Navidad. –después de unas cuantas sonrisas más, alguna mirada y media hora más tarde a dos minutos de la media noche, Alis empezaba a entender el porqué de tantos carteles vistos con el nombre de Aaron ese último mes.

-Es increíble… -susurró Alisson sin poder apartar su mirada de Aaron, parecía un verdadero flechazo.
-¿El que es increíble? –dijo Aaron acercándose levemente a ella.
-Esto, el destino, la vida es increíble… -rió leve acercándose algo más a él, a la vez que él lo hacía también, hasta fundirse en un dulce y largo beso.

Así en esa media noche mágica de noche buena a navidad, algo nuevo comenzó, una bonita historia para Alisson, el final feliz que ella siempre esperó.

martes, 14 de febrero de 2012

Regalo de Navidad - Capitulo 4


Al ver que su amiga no respondía Rose dirigió la mirada hacia el teatro que Alisson miraba, sin encontrar nada aparentemente extraño en él.

-Alis, ¿Estás bien? –volvió a preguntar, a la vez que chasqueaba los dedos a la altura de los ojos de Alisson, con lo que esta pareció reaccionar.
-El nombre del teatro, -señaló el cartel.
-Aaron, -dijo Rose- un nombre bonito, ¿Qué ocurre con él?
-Nada, solo que … -negó con la cabeza varias veces- serán tonterías mías, pero llevo todo el mes viendo ese nombre, en tiendas, coches, cafés, televisión y ahora aquí. –Dirigió la mirada a Rose- ¿Crees qué puede significar algo? Hasta ahora no le había dado importancia… pero son tantas veces y tan seguidas que ya no se qué pensar.
-No creo Alis, será una simple coincidencia… -bajó su mirada para ver qué hora era y se fijó en las bolsas con las que Alisson cargaba –Por cierto, ¿Qué llevas ahí?
-¿Esto? –Alza las bolsas de forma graciosa- Nada, papa Noel que se ha acordado de la gente que quiero. –Ríe con cierta picardía-
-¡¡A ver… a ver!!
-Lo siento, pero aun no es media noche, para que puedas abrirlo.
-Venga Alis, no seas mala… dame mi regalo…
-No seas impaciente Rose… y mejor vamos a comer que se hace tarde, además por el sitio que escogí, creo que también lo consideraras un regalo.

Se pusieron en marcha otra vez hasta llegar al restaurante y tal como Alisson pensaba, a su amiga la pareció un gran regalo y sorpresa.  Ese sitio era muy especial para ellas, era donde se habían conocido, y donde tantas tarde habían pasado antes de que Gisella muriera.
Entraron sin demora y se dejaron embriagar de múltiples recuerdos y confesiones allí vividas mientras comían.
Unas horas y un par de cafés después salían del restaurante, no sin antes prometer que irían más a menudo, volviendo a tomar esas tardes como una tradición.
Pasaron toda la tarde juntas, fueron al cine, se entretuvieron en el parque y antes de despedirse Alisson le dio a su amiga su regalo, ya que veía que no podía contener más su impaciencia.

-Anda Rose, toma el regalo… que si te hago esperar más veo que te da algo. –dijo Alisson riendo divertida, mientras le entregaba una pequeña cajita azul, la cual Rose no tardó ni dos segundos en abrir.
-¡Oh! Alisson, es precioso… -dijo sacando un colgante con algo escrito dentro “Best Friends 4Ever” –Pero te debe haber costado mucho –dijo con un hilito de voz, ya que no entendía como considerando Alisson tan materialista la navidad, ella misma hubiera comprado algo así.
-No importa Rose, un día es un día… -apartándose el pelo hacia atrás, dejando ver otro colgante idéntico. –Además, mira… yo tengo otro igual.

Las dos se abrazaron y se despidieron una vez más antes de irse cada una a su casa.
Recién dadas las 11 de la noche Alisson entró en su portal y sin darse cuenta se acercó al buzón, el cual por la mañana estaba vacío, y curiosamente ahora no lo estaba. –Pero que raro- pensó y seguidamente abrió el buzón sacando de él un sobre y leyendo su contenido.
-¿Es una broma? ¿Quién envía esto? Pero… ¡¡si es imposible!! –dijo en voz alta mientras miraba a todos lados sin saber a qué se debía esa carta.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Regalo de Navidad - Capitulo 3


Alisson cogió aire, cerró la puerta con llave y bajó las escaleras del portal corriendo.
Antes de salir a la calle miró en su buzón, para ver si tenía alguna carta, pero nada, estaba vacío, asique salió a la calle y se dejó maravillar por las numerosas luces de navidad puestas por cada rincón de la calle.

-¡Hola! –saludó graciosamente a nadie en concreto, pero a todos en general y comenzó a caminar complaciendo con una bonita sonrisa a todos los que se cruzaba.
De camino a casa de Rose pasó por delante de un centro comercial y se paro en los escaparates, miró la hora y puesto que sabía que su amiga tardaría aun una horita en estar lista, entró a hacer unas compras de navidad.
Después de unos cuantos regalos para sus amigos y algún caprichito para ella salió del centro comercial en dirección a casa de Rose y justo cuando se disponía a llamar al portero, vio al final de la calle un grupo de gente alrededor de una mesa -¿Qué pasará ahí? –pensó ella y se acercó sigilosamente. Era una firma de libros- Alisson se emocionó, ella quería ser la que estuviera sentada ahí algún día, la encantaba escribir y aunque aún no había tenido el valor de enseñarle a nadie sus relatos, tenía la ilusión de ser una gran escritora de best-seller en un futuro.

-¡Alis..! –se escucho en lo alto y Alisson alzó la vista
-Alisson, aquí arriba ..!! –se volvió a escuchar y Alisson por fin vio a Rose en el balcón del tercer piso. –Ahora mismo bajo, te estaba esperando…
-De acuerdo Rose, aquí te espero. – Asintió con la cabeza-

Mientras esperaba a su amiga en un banco, no pudo evitar ponerse a imaginar cómo sería que la gente viera sus historias, como sería que alguien la pidiera un autógrafo o simplemente la reconocieran por sus libros.

-¡Ya estoy aquí! –dijo Rose dando un salto mientras tiraba de su amiga haciéndola levantar para darla un abrazo y dos efusivos besos.
-Rose, me alegro de verte enana.. ¿Dónde vamos a comer? –Rose negó con la cabeza varias veces encogiéndose de hombros- Donde tu elijas Alis… yo con haber conseguido que salgas me conformo.
-Um… -se quedó pensativa cerrando un segundo los ojos- Ya sé, vamos ven conmigo, será una sorpresa.

Las dos comenzaron a caminar, hablando y riendo al informarse la una a la otra de las novedades de la semana.
De repente Alisson se paró en seco en frente de un teatro.

-¡Alis! ¿Pasa algo? ¿Qué miras?