Alisson cogió aire, cerró la puerta con llave y bajó las
escaleras del portal corriendo.
Antes de salir a la calle miró en su buzón, para ver si
tenía alguna carta, pero nada, estaba vacío, asique salió a la calle y se dejó
maravillar por las numerosas luces de navidad puestas por cada rincón de la
calle.
-¡Hola! –saludó graciosamente a nadie en concreto, pero a
todos en general y comenzó a caminar complaciendo con una bonita sonrisa a
todos los que se cruzaba.
De camino a casa de Rose pasó por delante de un centro
comercial y se paro en los escaparates, miró la hora y puesto que sabía que su
amiga tardaría aun una horita en estar lista, entró a hacer unas compras de
navidad.
Después de unos cuantos regalos para sus amigos y algún
caprichito para ella salió del centro comercial en dirección a casa de Rose y
justo cuando se disponía a llamar al portero, vio al final de la calle un grupo
de gente alrededor de una mesa -¿Qué pasará ahí? –pensó ella y se acercó
sigilosamente. Era una firma de libros- Alisson se emocionó, ella quería ser la
que estuviera sentada ahí algún día, la encantaba escribir y aunque aún no
había tenido el valor de enseñarle a nadie sus relatos, tenía la ilusión de ser
una gran escritora de best-seller en un futuro.
-¡Alis..! –se escucho en lo alto y Alisson alzó la vista
-Alisson, aquí arriba ..!! –se volvió a escuchar y
Alisson por fin vio a Rose en el balcón del tercer piso. –Ahora mismo bajo, te
estaba esperando…
-De acuerdo Rose, aquí te espero. – Asintió con la
cabeza-
Mientras esperaba a su amiga en un banco, no pudo evitar
ponerse a imaginar cómo sería que la gente viera sus historias, como sería que
alguien la pidiera un autógrafo o simplemente la reconocieran por sus libros.
-¡Ya estoy aquí! –dijo Rose dando un salto mientras
tiraba de su amiga haciéndola levantar para darla un abrazo y dos efusivos
besos.
-Rose, me alegro de verte enana.. ¿Dónde vamos a comer?
–Rose negó con la cabeza varias veces encogiéndose de hombros- Donde tu elijas
Alis… yo con haber conseguido que salgas me conformo.
Las dos comenzaron a caminar, hablando y riendo al
informarse la una a la otra de las novedades de la semana.
De repente Alisson se paró en seco en frente de un
teatro.
-¡Alis! ¿Pasa algo? ¿Qué miras?
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