Al
día siguiente, ya con todo preparado, madre, padre e hija se dispusieron a ir
de picnic al bosque de almendros cercano al pueblo. Al llegar allí, aquello
estaba lleno de gente, no solo los habitantes de Fregeneda, sino bastantes
turistas también. Cuando por fin encontraron un sitio donde sentarse,
comenzaron a sacar las empanadillas y demás cosas típicas de un día de campo y
se dispusieron a comer deleitándose con las magníficas vistas de los almendros
en flor que les rodeaban. Al terminar Abbey pidió permiso a sus padres para
ausentarse y fue a caminar por el bosque, dejándose cautivar por el aroma que
desprendían los árboles.
¿Abbey?
¿Eres tú? –Se escuchó de repente una voz, a lo que ella se giró y vio que un
joven de unos veintidós años, alto y con unos hermosos ojos verdes, la estaba
saludando con la mano mientras se acercaba. – Por la cara que pones, veo que no
me reconoces. – Dijo el muchacho ya al lado de ella, sin dejar de mirarla y
dándola dos besos en la mejilla, prosiguió diciendo. – Soy Erik, tu vecino y
mejor amigo de la infancia… - Esas palabras parecieron ser mágicas ya que
despertaron en Abigail un montón de recuerdos de ese pueblo, entre ellos de las
largas tardes de juegos con Erik y se dio cuenta de porque sus padres la habían
llevado hasta Fregeneda, no era una simple turista, ella habia vivido ahí
durante años.
Horas
después Abbey y Erik se hallaban sentados a la sombra de un almendro,
contándose las aventuras de todos los años que llevaban sin verse. Ella no
podía parar de sonreír con el reencuentro, resultó ser el mejor viaje de
cumpleaños que nunca la habían regalado sus padres. Y desde ese día, se
convirtió para ella en un ritual regresar cada año a la sombra de aquel
almendro, al reencuentro de Erik, de sus múltiples recuerdos de la niñez y del
relato de los sucesos nuevos que les habían sucedido a ambos en el año
separados. Esto demostró a Abigail, que no siempre las cosas más caras o los
destinos más urbanos eran los mejores y que debía siempre dar una oportunidad a
las cosas antes de juzgarlas.
Me encanta tu blog, soy tu fan!
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegro que te guste =)
EliminarUn saludo.